viernes, 6 de enero de 2012

29/octubre

Miedo, miedo a escribir, a expresar con palabras tantos sentimientos.
Los días pasan y caen como duras piedras, anclando los actos al presente.

Ver como por un día el mundo se detiene; desde la distancia ves que todo sigue su curso pero tu mundo es tan perfecto que nada importa. Detenerse a ver salir el Sol, un simple gesto que convierte un día en especial.
Nada importa, todo se detienen, todo sigue igual. Tu corazón palpita con fuerza, con libertad. Saber que al segundo siguiente volveran las obligaciones, los problemas pero respirar con fuerza, con alegría pues nada importa, solo ese segundo en el que logras tocar la felicidad con los dedos de las manos.
Peligrosa libertad que consigue revivir sentimientos y confundiar al corazón.
Cruzar la linea es cuestion de segundos pero una vez al otro lado, todo se transforma, todo se torna de otro color, ya nada vuelve a ser igual.
¿Qué es lo correcto? Seguir los latidos de tu corazón.

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