La distancia entre dos personas no se mide en kilómetros sino en sonrisas, en miradas, en momentos vividos que permanecen en la memoria del corazón. Cuantos más de estos tengas, más cercana a la persona anhelada estarás.
Hay momentos en la vida en que te sientes tan alejada de las personas que más cerca tienes pero sin embargo basta cerrar los ojos y recordar una mirada, un abrazo para sentirte cerca de aquellas que tienes a kilómetros de distancia.
Porque cuando existe amor- amor en el amplio sentido de la palabra- no existen distancias, sólo momentos.
Existe miedo a veces; el de mirar a las personas que quieres a los ojos y sentirte extraña. El tiempo pasa y mientras construyes unos senderos dejas que algunos matojos salgan en los ya construidos.
Debemos pues, ser capaces de saltar la barrera física de la distancia y seguir construyendo en la distancia los caminos que un día comenzamos.
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